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OPINIÓN

Al borde de una explosión social y la indiferencia del gobierno en la mesa de dialogo.

 

Por: Leonel Iván Contreras Vega

El autor es Profesor de Inglés con más de 20 años de experiencia y Abogado Penalista.

 

El 12 de julio de 2021, escribí un artículo en donde cuestionaba si una explosión social, en nuestro país, era una bomba de tiempo ya que a pesar de la inoperancia de las instituciones que administran la cosa pública, el alto costo de la vida, el desempleo, el endeudamiento de los panameños con las entidades bancarias, los grandes escándalos de corrupción, entre otros, no veía una reacción del pueblo y de hecho, señalé que estábamos muy lejos de esa realidad.

 

No obstante, en el artículo indiqué que era necesario la coincidencia de 4 elementos importantes para que se diera una explosión social los cuales son: cansancio, unidad, un líder y un detonante. De estos 4 elementos, tres se han cumplidos perfectamente en este movimiento social que atravesamos y estos son: cansancio, detonante y unidad.  

 

Tengo que reconocer que, nunca pensé que en un año se iba dar un movimiento social tan grande como el que estamos viviendo en Panamá y lo más sorprendente es que los que representan al pueblo en la mesa de dialogo no pueden subrogarse el título de líderes ya que el movimiento social, aunque nació en Veraguas, creció orgánicamente al sumarse día a día diferentes agrupaciones cansada de este gobierno por los altos niveles de corrupción y el descaro con que la realizan, el alto costo de la vida, y los problemas de siempre que nunca tienen solución.

 

No me mal interprete estimado lector, los que representan al pueblo en la mesa de negociación, están haciendo un excelente trabajo, pero igualmente, están bajo una gran presión porque el pueblo está dando seguimiento a todo lo que hagan y no van aceptar acuerdos amañados, además, el pueblo ha entendido que si no permanecen en las calles presionando al gobierno no se logrará nada, aunque los que no representan en esa mesa, estén haciendo un buen trabajo. Y digo los que nos representan, porque lo que se logre en esa mesa de negociación beneficiará a todos los panameños, aunque no se haya participado en una protesta.  

 

Señores, del apoyo de cada uno de nosotros está el éxito de la negociación, es por esto que, no puedo aceptar críticas en contra de aquellos que se sacrifican en las calles y ponen el pecho para recibir los perdigones, las bombas lacrimógenas y el maltrato ya que gracias a ellos tenemos al gobierno sentado en esta mesa. 

 

Lo sorprendente de todo esto es que el gobierno, a pesar de que el pueblo panameño está en las calles protestando hace más de 15 días, ha tomado la mesa del dialogo con ligereza, arrogancia, indiferencia y desprecio al pueblo. Esta actitud por parte del gobierno, está empujando al pueblo panameño a una explosión social a un nivel similar o peor que en diciembre de 1989.

 

Señores, este gobierno no le da la gana de aceptar que lo que se protesta va más allá de los puntos que se discuten en la mesa de negociación, que esto no se soluciona con paliativos ni curitas sino, con decisiones claras y contundentes que ayuden a combatir la desigualdad, el acceso a la salud, la mala distribución de las riquezas, la corrupción, los problemas en educación, el agro, la seguridad alimentaria, la soberanía alimentaria, la evasión de impuesto, el desempleo, el cierre de las pequeña y mediana empresa, los oligopolios, monopolios y mucho más.

 

Si en la mesa de negociación los representantes del gobierno continúan con su postura de ligereza, arrogancia, indiferencia, desprecio al pueblo y no dan una pronta respuesta que demuestre su buena voluntad de abandonar sus intereses personales y la defensa de los poderes económicos que los apoyaron para llegar al poder, la confianza no se restablecerá y serán culpables de una exposición social sin precedentes que destruirá hasta sus cimientos a nuestro país.

 

Estoy convencido de que estamos al borde de estallido social y por esto es necesario un golpe de timón que ayude a enrumbar a nuestro país, pero también, es necesario la lucha popular, aunque sé que es incómoda para todos, de lo contrario seremos engañados una vez más por aquellos que administran la cosa pública.

 

Es el momento de exigir al gobierno que cumpla con su labor en beneficio de todos los que nacimos y vivimos en este país. 

 

 

Dios bendiga a Panamá.

Salmo 140: 12