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OPINIÓN

COEFICIENTE DE GINY.            

Por Ramiro Guerra M. 
Abogado y cientista político 
Noviembre de 2022.

Hay que conocer el público para quién hablas o escribes.
¿Qué es esa vaina de coeficiente de Giny? , me preguntó un amigo  obrero. 
¿Giny será la mujer de alguién? 

Como dice el refrán, más sabe el diablo por viejo que por diablo. Me recordé de la canción de Cheo Feliciano, "Juan  albañil".  No hay edificio de clase alta que  no lleve el sello de manos obreras que dejaron toneladas de sudor en su edificación. 

Al amigo le dije mira Favio, cuando tu pasas por una casa y ves varios autos de lujos estacionados o ves edificios rodeados de muros que parecen impenetrables y con guardias de seguridad o en la parte alta hay una piscina, un campo de tenis y te das cuenta que tu salario es miserable comparado con el de los altos ejecutivos  que, incluso reciben bonificaciones altas o que hay clubes donde no puedes entrar o que te miram como si fueras un bicho raro o extraterrestre, de eso se trata la famosa señora Giny. La reinante y perversa desigualdad en lo que concierne el reparto del ingreso  nacional.   

Nuestro país sigue atrapado en los brazos de la señora Giny. Parece imposible un divorcio de las mayorías, hoy casados con  esa señora. De esta señora, los empresarios rehusan hablar ; temen que un día Giny, pierda poder. No la molestemos. Berracos es lo que son.         

Lo que más molesta de todo esto es que se indignan porque el gobierno entrega por millones ayuda a los pobres. Claro que no es la política más correcta; el enfoque debe ser otro. 

La red de oportunidades se concibió con la filosofia, 'te entrego la vara y con mi ayuda aprendes a pescar'. EL asistencialismo no saca a nadie de la pobreza y en esto el gobierno se ha equivocado.               

Una política y estrategia real de desarrollo, no existe. De esto seguro nos puede hablar don René Quevedo. Lo concreto y real, que pareciera que el reinado de Giny, ni indicio de que se tambalea. Sigue campeando la desigualdad. Trágico en nuestro país rico  o con fuentes de ingresos multimillonarios. 

Bueno, algún día el grito de ¡llegó Matea! hará la diferencia.  Seguramente pegarán el grito al cielo. Ramiro, eso es lucha de clases. Comete un sacrilegio contra la diosa o santa propiedad privada. ¡Eso es comunismo!