¿Como puede haber democracia, sin el disenso y la crítica ciudadana? O el derecho de las minorías a externar sus posiciones.
Por Ramiro Guerra M.
Abogado y cientista político.
Todos estamos expuestos a la críticas; nadie está exento de la misma. Los partidos, el gobierno, las organizaciones todas de la sociedad civil, las autoridades de la justicia, los diputados, los representantes, los gremios empresariales; reitero nadie puede pretender o aspirar pasar agachado y no ser objeto de críticas. El disenso, es uno de los ejes fundamentales de un regímen en democracia. Imaginémos una sociedad donde el disenso y la crítica, sean objeto de prohibición o censura.
Cierto que ocurre, que el disenso a veces, lleva carga toxícas; ánimo de hacer y causar daño. Eso no es el propósito de la crítica; sino de corregir y enmendar. Nadie tiene el don de la infabilidad. Ahora bien , para que la crítica o el disenso juegue su papel fundamental en democracia, tiene que haber por parte del criticado, capacidad de discernir y reflexionar sobre lo que se le señala. No es facil; hay gente con una piel muy sensible; no admiten y no toleran que se le hagan observaciones. Padecen del síndrome de la intolerancia.