DE SANDIAS, PIÑAS, MELONES Y PAPAYAS EN EL MERCA PANAMA: EN DESAMPARO TOTAL.
-UNA RADIOGRAFIA DEL MALTRATO-
Por: Silvio guerra Morales.
Son hombres sencillos, modestos, sinceros, espontáneos. Saben ser amigos de los amigos. Cultivan amistades y crean relaciones desinteresadas. Saben dar y expresan su agradecimiento, cuando no dando, como muestra de cariño, una sandía, una piña, una papaya o un jugoso y almibarado melón, etc. Son gente que cuando dan, lo hacen con el cariño propio del hombre de nuestra campiña: Con sinceridad y bondad, sin esperar la retribución del pago, nada a cambio.
Horneados sus rostros por el inclemente sol que desahoga su furia sobre las viejas hojas de zinc que les sirven de techo y paredes, de tiendas, allí en donde amontonan sus productos que en cada temporada siembran y cosechan, estos hombres dedicados al arduo trabajo, desde horas muy tempranas de la madrugada, aprendieron, con el buen ejemplo de sus padres, que el trabajo honra y dignifica y que mas sabroso es el pan cuando se gana con el sudor de nuestras frentes.
Todo el que haya visitado el MERCA PANAMA, no ha tenido problema alguno en advertir el siguiente contraste; pasando la garita de seguridad, se observan las imponentes construcciones de las galeras que nombran los productos que nos vienen de Volcán, Boquete, Los Santos, etc. Pero, hacia la mano derecha, podemos mirar otro cuadro. Se advierten a nuestros vendedores de sandias, de melones, papayas, piñas, etc., que presentan un panorama tétrico por no decir que paupérrimo. Da mucha pena expresarlo, pero se la pasan día y noche sin que dispongan o tengan de las estructuras propias de estos mercados: ausencia de baños e inodoros higiénicos (Aguas negras). No hay lugar en el que puedan, respetando la privacidad, darse un baño o ducharse. Pregunto: ¿No es acaso, en estos hombres, que también debería el Alcalde Fábrega estar pensando, máxime cuando se está pensando, y ya para ello lo ha autorizado el Consejo Municipal, en un exorbitante gasto de tantos millones de dólares para la construcción de un mega proyecto de mercado de mariscos, siendo que aún tenemos uno que resulta operativo?. Ellos necesitan, con carácter de urgencia, estructuras dignas, funcionales, pues ni siquiera disponen de dormitorios pues pernoctan en el piso sobre camas de cartones o en improvisadas hamacas.
Hoy como ayer, nuestros agricultores, los que revenden los productos del agro, el mismo productor, sigue viviendo una pesadilla de horror: No se le respeta su dignidad que, aunque huela a sudor y tengan las manos curtidas por la tierra, se trata de manos que dignifican, que enaltecen y que son gloriosas, como gloriosa es toda actividad del hombre sano y bueno que gana el sustento diario y el de los suyos, sirviendo a la Patria, trayéndonos del campo a la mesa, frutas que hacen Patria. ¡Vivan los vendedores de frutas, marginados, del Merca Panamá! Aplausos y vivas para ellos!. Vivan los que nos traen el plátano, las pipas, el aguacate, la yuca, el berro, el culantro y el cilantro, lo que nos traen el otoe y tantos otros productos que nos hacen sentirnos orgullosos de nuestra gente que cultiva la tierra, del que la transporta y vende. Dios Bendiga a la Patria!