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OPINIÓN

El argumento político o la argumentación de lo antisistema para mediatizar la crítica política. 


Por Ramiro  Guerra M.          

Abogado y cientista político.


Hacen algunos días, escribí, que la imputación  a un estado  de fallido, tenía mas de argumento o ataque político, que no necesariamente daba cuenta de la realidad. Estado fallido, es una condición de ingobernalidad, de excesivo prebendalismo mediático y sin control, de un estado venido a menos en su coherencia e integralidad; es decir que ha  perdido sentido de pertenencia en cuanto a su referencia nacional.


En la ciencia política, no hay criterios bien definidos en cuanto al alcance de este concepto.Tengo mis reservas con los que afirman que estamos, Panamá, sumergidos en un estado fallido. No lo creo. Lo que pienso, que estamos ante un estado de derecho relativizado y con instituciones, que dan cuenta de un agotamiento severo, lo que limita el hacer mediador para las cuales fueron  creadas.

Verbigracia, la arquitectura jurídica del estado y la relación con la sociedad, enfrentan el síndrome de la no correspondencia, dado que aquella ha devenido insuficiente para garantizar coherencia en el funcionamiento del estado.Tenemos una institucionalidad y un escenario jurídico, donde ellas y el derecho, han abandonado la lógica.

Como escribió Federico Engels y terminan dando puñetazos entre ellos mismo y el resultado, una superestructura carente de la suficiente legitimidad social y eficacia para los fines que fueron creados. Panamá, puede que se aproxime a esa realidad, creo que si; pero de allí a caracterizar al estado panameño como un estado fallido, no lo creo. Nuestra realidad no se distancia mucho de lo que ocurre en la región latinoaméricana. Deficits de democracia, estados relativizados en su finalidades garantista y tuteladores de derechos fundamentales. Lo es si es cierto, concreto, la reforma de la arquitectura juŕidica del estado, pasa por abordar la cuestión constitucional
es una asignatura pendiente. Vamos al título de este artículo de opinión. Desde hace meses, he venido escuchando al diputado, Cipriano Adames, de apelar al argumento del peligro que implica, lo antisístemico, que según él, están presente en críticas de la ciudadanía y de organizaciones de la sociedad civil.(Sociedad civil, concepto trabajado por Hegel, Marx y Gransci).Es recurrente, al decir, para fundamentar su tesis de lo antisístemico, " "miren lo que está ocurriendo en otros países". Creo que el diputado Adames, tiene una confusión con relación al alcance de lo antisistema.  En Chile, no se puede sostener, que la alianza de izquierda y el movimiento de masas, que derrotó la derecha y a Piñeira, son anti sistema. Ni siquiera han levantado la bandera de cambiar el sistema capitalista; otra cosa es dotar al estado de mayor ética socio participativa en direccion a un estado de bienestar socio popular y democrático.

Voy mas lejos, ni siquiera países como Venezuela y Nicaragua, se presenta como antisistema capitalistas.

Una superestructura que introduce relaciones socialista y de participación deliberativa, sin cruzar los límites del sistema capitalista. Yo los definiría como gobiernos social ' progresistas, con grados de autonomía frente al  poder económico. En consecuencia, llamar ansistema, los que desde afuera del poder lo criticán acremente y en muchos casos críticas dirigidas a corregir, enmendar deficits que enfrenta la sociedad, sus aparatos que sirven a la gobernanza, no significa que se sea antisistema.

Lo digo de otra manera, la lucha política, la crítica ciudadana, hacer oposición, esta última no siempre edificante,no significa que estamos frente a interlocutores antlsistema. Los discursos, hoy en la región, cursa, eso si, una posición antineoliberal; es decir contra el capitalismo salvaje y la dictadura del pensamiento único, que cancela el disenso democratico. La lucha hoy, tiene como eje, un estado con un sentido de equidad en el reparto social  y de democracia de gestión participativa.Lo anterior no significa que sea antisistema. Creo entender el porque esa recurrencia del diputado Adames, de sus argumentación de lo antisistema.

En mi opinion equivocada . Seguramente lleva alguna intencionali-
dad política y de estigma, que no se corresponde con la realidad.