EL CONVENIO COLECTIVO.
LA MEJOR HERRAMIENTA CON QUE CUENTAN TRABAJADORES Y EMPLEADORES PARA ACTUALIZAR LA RELACIÓN DE TRABAJO, EN UN MUNDO ACELERAMENTE CAMBIANTE.
Por Ramiro Guerra M.
Abogado y cientista político.
Diciembre de 2022.
En el mundo del trabajo, la negociación colectiva que deriva en la convención colectiva, hoy constituye el medio más importante para adecuar las relaciones de trabajo a la exigencias de la producción y comercio - servicios; a un mundo donde la tecnología y la visión antropocéntrica , es decir la del hombre trabajador en su condición humana.
En ese sentido, el convenio 98 de la OIT de 1949, ofrece al mundo del trabajo ese espacio para contemporizar y viabilizar reformas que apunten a la relación laboral, con los enfoques y filosofía (finalismo laboral) arriba señalado.
Nuestro Código de trabajo, igual , con su filosofía del derecho mínimo del cual se parte, propicia ventanas para cruzar límites y dogmas y caminar a la concreción de ese finalismo laboral. Similitudes con el denominado principio de realidad.
En Europa, el tema de la tecnología y la ciencia llevada al mundo del trabajo, corre parejo con la demanda de reducción de jornadas, sin afectar salarios, condición para un mayor disfrute en el ámbito de las relaciones familiares y recreacción.
El mundo laboral tiene que estar preparado hasta para imprevistos que obligan a disponer de los trabajadores, aún estando en su período de descanso y convivencia. En consecuencia, en una convención tiene sentido, el concepto del plus salarios por el solo hecho de estar disponible. Igual, como prescindir de la modalidad del teletrabajo trabajo, en dirección a su mejor regulación convencional mas favorable.
En la actualidad la negociación debe verse como el espacio para consensuar posiciones relativas a mejorar temas como productividad, remuneración del séptimo día o del descanso obligatorio por jornadas semanales servidas.
Hay que superar esa concepción de que, a una negociaciación, se va a una guerra. Los empleadores al igual que trabajadores, deben llegar a una negociación de cara a una convención colectiva, que en la misma nadie pierde, pero ambas partes ganan (ganar-ganar).
En el conflicto abierto y frontal ninguno gana. Sentarse a negociar, uno pensando mezquinamente y el otro de previo en huelga, nada bueno alienta.