El discurso de la corrupción , como arma política
Por Ramiro Guerra M.
Abogado y cientista político.
Cierto , que la corrupción anula el buen y ético funcionamiento del estado y la democracia. Se requerirá, toda una revolución institucional y cultural, para llevar este flagelo a su mínima expresión. Bien me decia un amigo escritor, la corrupción devino sístemica y sístemico tiene que ser el cambio. Con muchos años recorridos,lo menos que puedo aceptar es que se manipule políticamente la cuestión de la corrupción. Me fijo bien el cantalante de ese discurso; la razón sencilla, muchos no están libre de ese pecado. Sin embargo, se presentán como un dechado de virtudes éticas y del buen obrar. Lo anterior va para la decadente partidocracia. Lo he escrito, el prebendalismo, devimo una forma de mediación, que truncó el funcionamiento de todo el andamiaje del estado y la sociedad. El que hay para mí, desviación que se hizo institucional se irradió a todo lo largo de la sociedad; sus poros fueron infectado por este virus. Desde el nivel mas bajo de la pirámide institucional hasta la parte superior de la misma, fue contaminada. Por ello, algunos estudiosos del tema , subrayan el carácter orgánico de este flagelo.
Llegar al punto en que nos encontramos, es un tema de arrastre. La situación hoy es mas grave; hay un nivel de mediación prebendal del estado, que le viene de actividades no lícitas. La sociedad como un todo, viene siendo objeto de este tipo de contaminación. Capturar espacios de representación política, cursa como uno de los objetivos estratégicos de este tipo de perversión y corrupción. ¿estamos a tiempo de frenar esa realidad? Lo señalado no es nuevo; hay estado y sociedades en la region latinoaméricana, cuyas maxímas autoridades fueron cooptada por los zares de grandes negocios de la perversion y del delito. De estos no se salva nadie; hasta las iglesias sucumben a la tentacion de estos intereses. El que hacer. Pareciera que no hay conciencia de esta terrible peste de la corrupcion y de institucionalidad pervertida. Seguir bregando. No hay de otra. Mayor cultura hacia estos desafíos. La ciudadania tiene que empoderarse y dar la lucha.