El momento de la verdad.
Lic. Abel Vergara López – Abogado.
Panamá, domingo 25 de septiembre de 2022.
Con el inicio de la audiencia a los implicados por el caso de la constructora Odebrecht en Panamá, se pone a prueba (una vez más), la eficacia del sistema judicial en nuestro país. Hemos podido apreciar gracias a la transmisión en directo del proceso, todo el entramado del caso de corrupción internacional más grande en nuestro territorio, del que al menos tengamos conocimiento, el que ha sido posible por la colaboración (delación o confesión) de algunos participantes, implicando a los que niegan su participación y esperan su absolución, así como los fiscales esperan lograr su condena. No debe extrañarnos la ausencia de los expresidentes, pues es frecuente que, a uno de ellos sus padecimientos de salud se reactivan cada vez que tiene que enfrentar acusaciones judiciales que según indica, son ataques políticos para evitar una posible candidatura, ahora que dice estar al frente de las preferencias electorales. Si bien es cierto, las cifras de inscritos en su partido van en aumento y lo podrían colocar nuevamente en un cargo público, es difícil imaginar que alguien a quien sus propios hijos confesaron haber actuado bajo sus órdenes, pueda librarse de una eventual condena que lo inhabilitaría para ocupar ese anhelado cargo. Mientras esto ocurre, igualmente le corresponde designar al Órgano Judicial, el reemplazo de uno de los magistrados del Tribunal Electoral que deberá llevar adelante el proceso electoral a celebrarse el domingo 5 de mayo de 2024.
Mientras tanto, en el Órgano Legislativo la amenaza del diputado que dirige la comisión legislativa y el partido gobernante de no aprobar el Presupuesto General del Estado para el año 2023, además de la sugerencia de recorte de ingresos para la mayoría de las instituciones estatales, contrasta con el proyecto legislativo de aumento de ingresos para los funcionarios municipales electos por votación popular (alcaldes y representantes de corregimiento), quienes pretenden ignorar la disposición emitida por el Órgano Judicial que ya declaró ilegal el doble salario, mientras otorga ingresos a una sola universidad estatal (UNACHI) y reduce ingresos a las demás instituciones educativas. Afortunadamente, las protestas de mediados de año se concentraron en reducir el costo del combustible, alimentos y medicamentos, algunos de los principales problemas que aquejan a la población, sin abordar aun el tema de la corrupción y por esta razón, los funcionarios en la ciudad capital se sienten inmunes a lo ocurrido en las provincias del interior. Cuidado con despertar nuevamente al monstruo que sentado en la llamada mesa única del dialogo, está a la espera de la mínima señal que reactive las protestas que ningún beneficio económico trae al resto de la población. Ya fuimos testigos del referéndum chileno que intentaba aprobar una nueva Constitución Política, rechazada luego de haberse aprobado por inmensa mayoría un cambio.
Con el fin de las restricciones de las autoridades sanitarias emitidas por la pandemia (la que aún no termina), se permite la llegada a nuestro país de visitantes sin necesidad de realizarse pruebas de salud, ni mostrar resultados de vacunación. Se espera que antes de fin de año tengamos definido por las autoridades de salud, la posible realización de los esperados Carnavales 2023, luego de dos años desde que inició la pandemia en 2020 de no realizarse. Las fiestas patrias de noviembre sería el termómetro para definir el comportamiento del virus, según las autoridades sanitarias, cuyos niveles de casos han descendido y se espera permitan recuperar la economía local, en especial de las poblaciones del interior del país. Este fin de semana, se realiza un festival nacional en Guararé, localidad de la provincia santeña que reúne gran cantidad de visitantes y cuya concurrencia debe ayudar a la esperada recuperación económica, recordando que el virus no se ha ido y debemos seguirnos cuidando.
El momento de la verdad en nuestro país se acerca y pronto la oscuridad imperante, deberá dar paso a un nuevo futuro, el cual depende de cada uno de nosotros. Sigamos alerta para que podamos lograr ese triunfo y obtener lo que la mayoría de la población deseamos, un auténtico mejor futuro para todos. ¡Vamos Panamá!
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