EL PRESENTE NO PUEDE PRESCINDIR DEL PASADO Y TAMBIEN EL PRESENTE CONSTITUYE LA MATRÍZ DE LO QUE ESTÁ POR VENIR.
Por Ramiro Guerra M.
Abogado y cientista político.
Noviembre de 2022.
Se dice que la historia la cuentan los vencedores. Mucho de razón tiene esta máxima. Después de la invasión, los intentos de establecer una especie de institución del olvido, ha estado a la vista.
Ejemplo de ello, se borró de los programas de formación de la fuerza pública, la referencia a la doctrina social torrijista y de su mentor, el general Omar Torrijos.
Hoy es como tratar de encontrar un alfiler en un pajar. Los gringos que se ocuparon de formar y recomponer la institución, sabían lo que estaban haciendo. El nombre de Omar Torrijos, en el seno de la institución representaba algo subversivo.
Esta realidad vino de previo concebida en la matríz de la invasión. No sólo dar curso a una realidad política y de clases diferente, sino reducir a la fuerza de defensa a cenizas.
El avex fénix regresó como fuerza pública distanciada del pueblo e inmersa en la vieja pero modernizada doctrina de la seguridad. Peor, bajo una gran influencia de los invasores. (Un tema para investigar).
Noriega cometió errores, pero fue satanizado. Pudo haber influenciado para un rumbo diferente o salida a la crisis panameña.
Las preguntas que nos hacemos:
¿Hasta qué punto los gringos favorecían esa salida?
¿Hasta qué punto conspiraron para que Noriega, se echara para atrás en su decisión de dejar el poder?
Lógico, poco servía deshacerse del general; de nada servía la fuerza de defensa sí, en su interior, estaba llena de oficiales torrijista. Me causa 'pena ajena' ver como, oficiales y cercanos a Noriega, les da terror mencionar su nombre.
Volviendo al tema.
Intentos de borrar la real historia de Panamá con los Estados Unidos, siempre ha estado en los planes y estrategias de los grupos o fracciones de la oligarquía.
Con la invasión, lo he escrito, se reeditó con más fuerza lo que en el pasado fue el dolor y calvario del pueblo: la alianza oligarquía imperialismo.
Cierto que la diplomacia tiene sus reglas pero, he observado a la nueva embajadora de USA conducirse como una proconsul (virreyna) que viene a ejercer o administrar una de sus antiguas colonias. Y peor ver a funcionarios comportarse indignamente.
En la historia política de latinoamérica, las embajadas siempre han sido intervencionistas.
Me reitero en lo que escribí, el estado panameño, en una versión menos grotesca, ha devenido moderna y sofisticadamente en un estado cooptado por los Estados Unidos mientras que, antaños patriotas y revolucionarios, mirando para otro lado. Como avestruces, escondiendo la cabeza bajo la arena.
El ciclo tarde o mas temprano ha de cerrarse. Sólo basta uno y la lucha y causa por la dignidad no está perdida.