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Jóvenes privados de libertad reciben  sacramentos

Panamá, 6 de enero de 2023.- Brilla la luz de esperanza en el Centro de Cumplimiento de Las Garzas (CCLG), un grupo de jóvenes en conflicto con la Ley Penal decidieron formar parte del cuerpo místico de Cristo como nuevos templos del Espíritu Santo, recibiendo el bautismo y la primera comunión en un despliegue de lágrimas de alegría para entregarse al servicio del bien como creaturas renovadas y resocializadas.

De la mano del reverendo Padre Rafael Siu, director espiritual de la Comunidad Misionera de Jóvenes MENAHEM, los privados de libertad lograron hacer realidad el objetivo manifestado de confirmar su fe. “Los adolescentes nos habían expresado su gran deseo de recibir las aguas bautismales y comulgar dentro del centro por ser el lugar donde conocieron el credo católico y el papel protagónico de María en la historia de la salvación, estaban felices”, indicó Luis Hernández asesor del Centro San Juan Pablo II.   

“He participado en muchas celebraciones pero este día ha sido excepcional, le doy gracias a Dios porque existen personas que sacan el tiempo para compartir con nosotros cuando muchas veces la sociedad nos tacha y ustedes han sabido darnos esa mano de esperanza y aliento demostrándonos- que podemos ser mejores”, expresó de manera elocuente reflejando júbilo uno de los internos al brindar sus palabras de agradecimiento.

Hernández, continúo manifestando su agradecimiento con Dios por llamarlo a servir en el CCLG. “Los chicos se han convertido en mis hijos espirituales, tengo la responsabilidad como padre espiritual de hacer el cien por ciento para que ellos comprendan su dignidad de seres humanos e  hijos de Dios, el primer catequizado en esta experiencia he sido yo, esto me ha ayudado a manejar mis emociones, controlar mí carácter, valorar las bendiciones y sobre todo a reconocer que Jesús me ama a través del cariño de estos adolescentes”. Enfatizó.

“Para mí es un enorme privilegio y precisamente en este mes de diciembre que los jóvenes tengan el encuentro con Dios, pues el bautismo es el nacimiento a una nueva vida y en eso estamos trabajando para que adquieran nuevas oportunidades y que nazca dentro de ellos la seguridad de poseer el derecho a una segunda oportunidad,  esa es la mayor gratificación que uno se lleva como directora cuando vive el día a día y crece con ellos”, expresó Norma Díaz, directora del CCLG.

Jóvenes privados de libertad reciben  sacramentos