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OPINIÓN

LA CRISIS  DE NECESIDADES DE UN PUEBLO TAMBIÉN CONSTITUYEN LA MATRÍZ DE UN CLIENTELISMO MISERABLE Y SOBRE TODO EL ELECTORAL.     
En la memoria del 11 de octubre de 1968
Por Ramiro Guerra M.                        
Abogado y cientista político.
Octubre de 2022.           

¿Cómo entender el hecho de que los partidos políticos con sus miserias y degradación, se constituyan  o son capaces de atraer firmas y votos?  

El sistema está diseñado para que sea así; además, son maquinarias que hacen gala de clientelismo político y lo grave, con recursos proveniente del estado.  

Reciben millones complementados con aportes importantes provenientes del poder económico, que siempre juegan a ganar a ganar y dan dinero a todos, sobre todo para elección a la presidencia del país.

Los gobiernos cargan obligaciones y compromisos que no pueden eludir. Son rehenes y prisioneros de esos compromisos. 

Excepciones habrán y sobre todo, cuando los niveles de conciencia ciudadana le permiten a los electores entender que su miseria y rosario de calamidades, están relacionadas  con este tipo de perversidades y de relaciones de un estado  con el pueblo, que no tienen nada de democrático.          

La degeneración de los partidos en partidocracias de toldas clientelista y de todo tipo de mediaciones prebendales, no auguran nada bueno para la república y los panameños.       

Ningún partido se da por enterado de cómo el país viene siendo objeto de una especie de soborno de la sociedad, por parte de una transnacional minera que reparte dinero a diestra y siniestra, vendiéndose como el gran samaritano de las buenas obras y con ello ocultan que operan ilegalmente. 

Las factores de poder, su silencio raya en una complicidad malsana. Falta poco para las elecciones de 2024, imagínemos qué ocurirá cuando el ejecutivo decida enviar el contrato a la Asamblea. El affaire  CEMIS sigue presente en nuestra mente y la imagen de un diputado,  zarandeando un fajo de billete con sello CEMIS.         

Lo anterior es solo un botón de muestra del  circo electoral cuyo escenario ya está montado y como carneros de panurgo, nuevamente el pueblo al matadero de falsas promesas e ilusiones.   

Tenemos partidos sin horizontes y visiones programáticas y realmente democráticas. Son 'mantequillas' y se aguan al menor cador prebendario.           

Antonio Gramsci escribió que los parridos son en miniatura lo que más adelante será el estado. Observando la realidad, esta verdad nada bueno augura para la patria.  Partidos montoneros y demagógicos. 

Lo trágico de lo anterior es que eso es viable cuando un pueblo, su vocación de  mirar horizontes diferentes, ha sido mediatiizada por campañas y políticas, que enajenan , aprovechándose del saco de calamidades que no le permiten mirar hacia otro lado  y en consecuencia cuestionar  el status de miesma de la política criolla. 

He escrito que los grupos de poder son el mayor obstáculo para emprender cambios profundos en la estructura del estado. Les conviene dejar incólume las reglas del juego constitucional, que han devenido fallidas y no facilitan un auténtico estado de derecho social democrático.     

No se trata  de ser pesimista, sino del retrato  que nos debe llevar  a hacer conciencia de la tragedia en que está sumergida la nación y los panameños. No se puede estar viviendo como el pueblo, de frustaciones en frustaciones.