LA MATRÍZ DE LA INVASIÓN , TRAIA EN SU VIENTRE UN MODELO DE DEMOCRACIA POLÍTICA Y DE LESSEFERISMO A ULTRANZA.
POR RAMIRO GUERRA M.
ABOGADO Y CIENTISTA POLÍTICO.
Tan cierto es el título de este artículo en el sentido de que la democracia que se instituyó, fue a la vieja forma liberal representativa y de control férreo de los grupos de poder económico. La misma que nos llevó a un desenlace en 1968. La crisis hoy, cercana a esa realidad pasada; una democracia que tiene a los partidos como su sustento, pero que la han llevado a un nivel grave de agotamiento e ineficacia. Un estado de derecho relativizado. Una constitución , cierto que demanda cambios fundamentales, pero que aún conserva , sobre todo en materia económica, disposiciones que sieven para la vigencia de un estado regulador y de bienestar y reparto con equidad, pero que nadie respeta y son soslayados, aún por los propios gobernantes. Un análisis post invasión, nos lleva a sostener, que ha se ha surtido un proceso de posicionamiento fuerte de los grupos grandes del poder económico, sobre el estado. No resulta facil para gobiernos romper o quebrar esa hegemonía. Todo lo contrario, se convierten en apéndice de ese dominio y control.
Relativizar esa hegemonía, solo es posible desde el poder político. La coyuntura actual, tiene límites para ello. Razón tienen amigos constitucionalista y políticos serios, cuando señalan que el camino hacia recomponer la república, es la constituyente. A esta, los interlocutores del stablisment, le tienen terror. La evaden y harán todo para obstaculizar el tema constitucional. Este tema tal vez marginalmente se pudiera mencionar en el diálogo. Pero la agenda de la coyuntura, es mas de reivindicaciones económicas. No es político aunque esos temas ineludiblemente nos lleven a la cuestion política. Verbigracia el tema de una reforma tributaria, el modelo económico. La nación en algún momento tendrá que entrar a debatir lo pertinente a nuevos paradigmas de democracia y de estado. Eso es inevitable.
En la coyuntura del golpe de 1968 y después de 1969, no quedó otra que definir nuevas reglas de la convivencia ciudadana, entre ellas, la forma de relacionarse del estado con la sociedad civil y reivindicaciones nacionales. No se trata de cambiar el sistema capitalista, sino de hacerlo mas humano y equitativo. Esto hasta el papa Francisco lo ha dicho. En consecuencia, a los defensores del staquo quo, paren esa campaña de estar cazando brujas. No existe tal contradicción de democracia versus socialismo. Lo que se aspira , es una sociedad que opere con equidad. Como lo escribí, la base constitucional existe para tales propósitos. La oligarquía no está dispuesta y no lo hará. Perder su control y dominio sobre el país, no está en su agenda. Inevitablemente esta realidad es fuente de conflictos y de seguro que tendrá que resolverse; siempre en la ruta de perfeccionar nuestra democracia y el estado.