LAZARO MORALES CUENTO CORTO.
RAMIRO GUERRA M.
Pequeño , muy pequeño, el señor Lázaro, me llamaba la atencíón. La pipa y el dominio que tenía sobre ella,le daba un toque de elegancia combinado con un algo de vanidad aristocrática. Su oficio, guachiman. Todas las tarde pasaba frente al barracón donde yo vivía. Usaba un sombrero viejo como él. Su mochila al hombro. Hacía un gesto como queriendo saludarme. Cuentan que Lázaro , solía decir, cuando muera no me iré. Me verán siempre como soy. Lázaro murio un jueve santo. Se fue sonriendo con su pipa, su mochila y sus bien arreglado bigotes. Una noche, pasado meses de su funeral, me asomo por una ventana que me permitía ver el lugar donde él solía sentarse a fumar su pipa y quedé en vilo. Alli estaba Lázaro Morales ; el alzo su mirada hacia donde yo estaba; esta vez, sonrió y extendió los brazos para saludarme. En la mañana muy temprano, me levanté pensando , si realmente ví a Lázaro o sencillamente solo fue un sueño. Hoy , sigo con la duda, si Lázaro vive o realmente murió. Me digo, como consuelo a tal dilema, el mundo de los muertos sigue siendo un enigma.g