Categories
OPINIÓN

Seamos la opción, seamos la candidata 

Por: Jennie González Pittí

La autora es: 

Bióloga y docente 

Miembro del partido PRD

 

¿Nos apoyamos entre nosotras? ¿Creemos en nosotras mismas? ¿Creemos que podemos ocupar un cargo de elección popular o un puesto dentro de un partido político? La posible respuesta podría estar en la cantidad de mujeres que participaron como candidatas en las pasadas elecciones y de estas, cuantas fueron electas a nivel nacional.  

 

En vez de seguir cuestionándonos si las mujeres apoyamos a otras mujeres en la política, debemos recordar algunos de los roles que jugamos en el movimiento político partidista e incluso independiente.

 

Muchas veces te informas de la candidatura electoral de un varón por los activistas políticos de la comunidad que en la mayoría de los casos, tienen rostro de mujer. Buscan posiblemente a la activista mujer por los diferentes roles que desempeña en su vida. Por la confianza que le tienen o porque posiblemente tiene una alta capacidad de organización comunitaria. 

 

Una activista política tiene poder de convencer a un grupo de personas para votar por un candidato varón pero, ¿por qué ella no se oferta como candidata? Y si se oferta ¿por qué no obtiene los votos al cargo que aspira?

Ahora, si nos vamos a los puestos de toma de decisiones el panorama no cambia mucho. Son muy pocos los altos cargos dentro de los partidos políticos que son ocupados por mujeres, pese a que el 50% de las inscritas son féminas. 

 

Podríamos responder cada pregunta pero personalmente, prefiero que dejemos de ser una cuota para que nuestros partidos o candidatos logren llegar, prefiero que seamos la opción, seamos la candidata. 

 

Por eso hoy te invito, panameña que quieres cambios positivos en tu comunidad, tú que estás en las filas de un partido político o eres independiente y estás convencida que la política requiere de gente excepcional, de personas con liderazgo, con valores cívicos y morales que vayan de la mano en la lucha contra la corrupción, que estés dispuesta a hacerte visible en tu comunidad; a que te conviertas en opción de ser elegida. A que apoyes a las mujeres con las que te sientes identificadas, a que nos hagamos sentir desde las bases hasta los cargos de toma de decisión.