Categories
OPINIÓN

PANAMÁ, UN PAÍS EN PILOTO AUTOMÁTICO.

 

Por: Leonel Iván Contreras Vega

El autor es Profesor de Inglés con más de 20 años de experiencia y Abogado Penalista.

 

En el año 1989, previo a la invasión por parte de los Estados Unidos en nuestro territorio, mi generación vivió momentos de mucha incertidumbre y desesperanza ya que no se sabía lo que podía suceder en Panamá de un momento a otro.  

 

Ahora, 34 años después, nuestros hijos viven esa misma incertidumbre y desesperanza ante una coyuntura histórica en donde esta generación se juega, literalmente, la vida.

 

Tal vez suene exagerado, pero, la gran posibilidad de contaminar nuestras fuentes hídricas y otros recursos naturales al convertir nuestro pequeño país en un sector minero; me permite la licencia de señalar que nuestros hijos luchan por una causa justa o, mejor dicho, luchan por su subsistencia.

 

Tenemos que entender que, un país lleno de dinero, pero, con una población enferma, está condenado a perecer, por consiguiente, es inaceptable sacrificar la vida por unos cuantos dólares.

 

Pero, a pesar del rechazo de la Ley 406 por la juventud beligerante que nos encabeza, notamos un silencio casi sepulcral de parte del gobierno y a pesar de las fugaces salidas del Presidente, sus palabras, han atizado las llamas de la ira en la población panameña profundizando los problemas sociales, económicos y políticos en el país.

 

Puedo decir, sin duda alguna, que estamos ante un gobierno inoperante, incapaz de gobernar, traer sosiego y paz al país por lo que podemos deducir, después de su última aparición en cadena nacional, que ha tomado la decisión de dejarnos en piloto automático hasta que la Corte Suprema de Justicia tome una decisión ante las Demandas de Inconstitucionalidad presentadas ante su despacho.

 

Soy del criterio que, dejar el país en piloto automático, es una muestra más del desdén que ha tenido este gobierno para encarar esta problemática social. En otros términos, esta desacertada decisión, hace evidente el punto de quiebre en la relación que debe existir entre el gobierno y la sociedad. Dicho de otro modo, no hay gobernanza en nuestro país.  

 

De igual manera, dejar el país en piloto automático, también hace evidente el punto de quiebre del equilibrio en el ejercicio del poder político el cual deriva de las soluciones de las demandas sociales. Dicho de otra manera, el simple hecho de no poder dar una solución rápida a las demandas sociales que exigen a voz en cuello «NO A LA MINERÍA» es una clara muestra de incapacidad para atender a esta petición de manera eficaz, estable y legítima. En otras palabras, no hay gobernabilidad en el país. 

 

Puedo asegurarles, que no es el interés de los panameños provocar las incomodidades sociales que se han vivido por cuatro semanas, pero, ante el silencio, el desdén, la inoperancia, el abuso de autoridad y los escándalos políticos; es la única opción que queda para ser escuchado y provocar un cambio definitivo o un golpe de timón a esta mala gestión del gobierno que ha puesto en riesgo nuestro mayor y más valioso recurso, el agua y demás recursos naturales.

 

En definitiva, este piloto automático, ha llevado al país a unos niveles de incertidumbre y desesperanza a cada panameño, pero, principalmente a nuestros jóvenes, que esperan en las escalinatas de la Corte Suprema de Justicia un fallo de inconstitucionalidad de la Ley 406.

 

Con sinceridad, espero que el fallo de la Corte Suprema de Justicia, sea el que esperamos cada uno de los panameños y también, que el mismo sea emitido con prontitud para poner fin a todo este desequilibrio social.

 

Dios bendiga a Panamá.    

 

Déjame tus comentarios en lcabogado.com