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OPINIÓN

*PERIODISTA: QUE EN ESTE DÍA TU PLUMA VUELE TAN ALTO Y LEJOS COMO TU IMAGINACIÓN!*

 

*Por: Aquilino Ortega Luna.*

 

Hoy desperté abrazado a la musa de la inspiración y escribí con inusitada humildad sobre los cielos:

 

*Gracias Dios por el regalo de hacerme períodista!*

 

Agradecí asimismo al Creador, por los cientos de artículos escritos y las miles de noticias redactadas...Con o sin inspiración. 

 

Por unos minutos colgué sobre las estrellas la misericordia y la verdad, luego las até a mi cuello, para que me alumbraran nuevamente, el camino cada día. 

 

Agradecí a Dios porque a pesar de mis tropiezos, caídas y debilidades, en mis 36 años de carrera profesional, nunca utilicé mi pluma, para denigrar, humillar o arruinar la reputacion de nadie, aunque me sobraran razones

 y argumentos para hacerlo. 

 

También agradecí a Dios porque aunque muchos hombres poderosos, despiadados y resentidos trataron de dañarme, con injurias y mentiras, nunca sucumbí y me rehusé aún desde el fondo del abismo, a defender la corrupción y la impunidad.

 

Y sobre todo agradecí porque jamás, bajó ninguna excusa, condené a un inocente por culpable.

 

Sé que en mi imperfección, propia de mi humanidad, cometí errores, pero me negué rotundamente en el camino, a lastimar a mis semejantes con palabras sobre el papel, para luego regalarle flores, con una réplica. 

 

Han sido muchos los aplausos recogidos y amontonados, los triunfos alcanzados y las victorias obtenidas propias del camino, a veces incontables...

 

Pero no me siento que soy mejor o peor que nadie, porque mis virtudes y defectos controlan mis emociones de brillar. 

 

Las heridas del camino y las muchas decepciones de esta a veces injusta profesión, han ubicado a mi ego en el pedestal correcto, en el lugar más alto, a los pies de la Cruz.

 

He recorrido el mundo, cual peregrino y extranjero, he atravezado muros de división con mis palabras, pero aún así los aplausos no me han convertido en invencible, ni portador de la Verdad absoluta.

 

Las medallas siguen en el lugar correcto, sobre la pared, no se me han subido a la cabeza.

 

Y aunque he saludado príncipes, entrevistado presidentes, abrazado Premios Nobel, y admirado atletas inmortales mundialmente famosos, sigo manteniendo el corazón y la mirada en aquella vestusta máquina de escribir Olimpia de mis principios.

 

Esta profesión me ha permitido cantar junto a trascendentes voces, he muerto y revivido en cada nota, pero me recreo en la humildad para que un dejo de fama, no me malogre, y afecte mi trabajada humildad. 

 

Soy lo que soy, un periodistas tal vez confeccionado en serie para algunos, o uno en un millón para otros, y a pesar de mis derrotas y de mis ocasionales triunfos.

 

El ser periodista me ha llevado a conocerme a mi mismo, allí en el punto más bajo de mis tristezas y en la cúspide de mis logros.

 

Me faltan muchas cosas por descubrír y caminos que recorrer, canciones por cantar, en esta profesión a veces injusta que me regala más cruces que medallas, más críticas que aplausos.

 

Profesión que me ilusiona y me hace soñar con escribir cada día, una historia que me haga trascender en la posteridad.

 

Mientras viva trataré de trascender, de ir más allá de lo evidente con mi pluma, de soñar con escribir sobre las estrellas un relato que cambie la historia del mundo, o simplemente de mi Ciudad.

 

Pero mientras llegue la historia de mi sueños, escribiré historias cortas y cotidianas, pero sin dejar que mi pluma vuele tan alto y lejos como mi imaginación!