SEGURIDAD JURÍDICA Y DESACATO, DOS CONCEPTOS DESCONOCIDOS EN PANAMÁ.
Por: Luis Toruño Plaza
Ya decía Charles Secondant barón de Montesquieu que “no existe tiranía más atroz que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo los colores de la Justicia. Esta realidad nos sacude la mente cuando vemos que los medios de comunicación acusan al Pueblo de tener la culpa por no recibir los servicios básicos o no cumplir la ley cuando reclaman dichos servicios básicos en las calles, con cierres o con protesta. Donde inicia esta confusión, no lo sé con certeza. Lo que sí sé es que, desde hace muchos años en Panamá, no hay Derecho y no hay Justicia, ya que las personas cada vez tienen menos lugares donde exigir los servicios básicos y que se protejan sus Derechos Individuales. Esto afecta a los nacionales y a los extranjeros, impide la inversión extranjera, desincentiva a las grandes empresas para establecerse en Panamá, mantiene a Panamá en las listas grises y negras, y por último, permite que se viva en una Tiranía de hecho. Esto nace cuando confundimos los conceptos de Seguridad Jurídica y de Desacato.
La seguridad jurídica no es hacer leyes y decretos. No es tampoco limitar las libertades de las personas, no es obligar a los ciudadanos a aceptar el no recibir los servicios básicos, agua, electricidad, vivienda, salud, educación, trabajo, etc. Esto ocurre sólo en países atrasados y donde el periodismo confunde Orden con Justicia. La desnaturalización del Desacato junto con la falsa Seguridad Jurídica permite que las estructuras anticuadas del Estado traten a sus ciudadanos como un Tirano. Esto inicia desde que el Derecho dejo de operar de forma correcta, cuando la realidad moderna sobrepasó a la Justicia sin percatarnos en la sociedad. Aclaremos los puntos para enderezar esto.
Primero, la Seguridad Jurídica en una República nace en dos dimensiones. El poder absoluto se divide en tres, con la idea de controlarse entre ellos. Así, hay Seguridad Jurídica al funcionar las leyes por encima de los Poderes. La segunda dimensión es en impedir que el Poder de los servidores públicos restrinja libertades individuales. Y estás garantías son protegidas contra el Poder Público o contra los Poderes Socioeconómicos. Esta Seguridad Jurídica se logra haciendo que los ciudadanos tengan donde acudir a buscar protección. Esta es la misión del Órgano Judicial. El Poder Legislativo hace leyes, el Ejecutivo implementa las misma y son los Jueces los que aplican la ley, para obtener Seguridad Jurídica. Esto se logra con la figura del Desacato.
En nuestro país, por la historia de la misma, en nuestro ADN, prevalece la idea del cumplimiento de la ley por aceptación o por imposición despótica, del Rey, del Pirata, del Caudillo, del Presidente, del Ministro o del Dictador. Esta idea viene alimentada por los periodistas que, por ignorancia, no promueven el cumplimiento de los Fallos Judiciales ni promueven las protecciones a los Jueces y la independencia judicial. Son aquellos que pretenden que haya Seguridad Jurídica, sin cumplirse los Fallos de la Corte Suprema y que pretenden que el simple nombramiento adecuado de los Magistrados, ya es suficiente para que haya Justicia. El desacato es la facultad del Tribunal para obligar el cumplimiento de sus sentencias. Y es la máxima forma de cumplimiento de Seguridad Jurídica.
El que haya una Jurisdicción de Cuentas, donde nadie en Panamá se le ha ocurrido pedir o hablar de Desacato como la herramienta que permitirá el cumplimiento de los fallos nos deja petrificados. No hay manera de que se dé Seguridad Jurídica sin Desacato.