7 HORIZONTES DE LA LECTURA
Por: Dra. Edilia Camargo.
Seix Barral, un sello editorial de Editorial Planeta S.A. lanza este 1 de septiembre una Primera edición en libro electrónico (epub) de NO TE VERE MORIR @ Antonio Muñoz Molina, 2023.
Destacando en forma contundente un hecho que puede pasar desapercibido o manipulado para vender “cultura” via “economías creadoras” o “plateadas”, según quien pague el baile. Se trata de la propiedad intelectual “como clave en la creación de contenidos culturales porque sostiene el ecosistema de quienes escriben y nuestras librerías. Al comprar este ebook estarás contribuyendo a mantener dicho ecosistema vivo y en crecimiento...” El Grupo Planeta agradece y pide apoyo a la “autonomía creativa “de autoras y autoras para que puedan seguir desempeñando su labor.
Antonio Muñoz Molina, es parte sobresaliente de ese ecosistema vivo y en crecimiento que es la literatura. Otra historia es la publicación de libros y las industrias culturales.
Confieso que retuve la respiración, buscando el punto seguido o aparte que terminara la larga frase de las primeras 70 páginas de esta novela.
“ Oyó mis pasos y detuvo el disco, levantando delicadamente la aguja. Me dijo que escuchar esa música era como seguir del principio al fin una frase muy larga de Proust, un fluir natural que sin embargo contenía un orden riguroso y flexible, una forma perfecta.”
Al leer el título pensé en Rosa Montero y su “Ridícula idea de no volver a verte” y más recientemente, en Dar (el) Duelo de Virginia Cano, la filósofa feminista. Por razones muy distintas. Todas ligadas al ser y al tiempo, en primera línea. Y, entre bastidores, hacer el duelo por la propia vida, ante la vejez y la muerte.
Pero el tiempo, nos dirá “no cura nada. El tiempo mata. El tiempo empeora y destruye. Yo lo fui aprendiendo a lo largo de aquellos años, mientras aprendía también a sobrevivir en la incertidumbre, sin hacer pie del todo nunca, por falta de verdadera solidez profesional, o por falta de astucia académica, o por simple mala suerte, por una propensión al desarreglo personal y al infortunio; “ El Gabriel Aristu, personaje y voz a la vez, “ya lo sabía antes, aunque se sintiera obligado a ofrecerme la fórmula de consuelo, tan gastada como las que se repetían en los entierros españoles de su juventud, y parte de la mía”
Emerge la figura del contrapunto. Adriana Zuber, la ex mujer...incrustada en ese tiempo que destruye todo. Ella “ tan erguida siempre, recta sin esfuerzo ni sombra de arrogancia, ahora se inclinaba un poco hacia adelante, pero se daba cuenta y para no abandonarse alzaba la barbilla, en la que había sombra de temblor. Pero esa barbilla permanecía inalterable, la firme barbilla de obstinación y desafío, la mandíbula entera, todavía nítidamente dibujada, que despertaba en él un recuerdo táctil, como el que podría sentir un ciego.” …
.”El modelado de su belleza ósea se sobreponía a la devastación del cuerpo un poco inclinado y torcido, a sus manos nudosas que se encogían igual que sus rodillas. Pero los ojos y los delicados huesos de sus pómulos, sus sienes, su mandíbula, su boca grande que había sido tan propensa a la risa, resplandecían frente a él como a salvo del tiempo, igual que su voz de mujer joven, que a él se le había olvidado por completo, y que muy pocas veces había escuchado o creído escuchar en los sueños. Ahora recordaba de golpe el modo en que esa voz podía oscilar entre el sarcasmo y la ternura; como podía sonar límpida como una carcajada y un momento después envuelta en una especie de penumbra.”
Cincuenta años han pasado desde el primer encuentro entre ambas vidas...” Cuarenta y siete en realidad”
El experto en números ..repasa recuerdos que escaparon al olvido. Cumpleaños, Nocheviejas..justo a las doce...
Podías haberme escrito. Hasta podías llamarme por teléfono, si hubieras querido. Podías..podías..podías.....
Lo que no pudo fue evitar el paso destructor del tiempo en “una mujer que ha sido siempre tan presumida, y todavía lo es, tan cuidadosa de su aspecto...” ¿ cómo permitir ahora dejarse ver “ en el estado en que se encuentra”? La descripción aterradora de la vejez, no lleva la misma fuerza estética que la liga a la belleza de los huesos que aún sostienen aquella carnosidad que fuera un cuerpo y un cuerpo amado, deseado.. Una Fanny, cuidadora y confidente aparece en escena. Casi “su única amiga”.
La novela no podía no darle el espacio de primogenitura a la música, en el universo de Muñoz Molina. Haciendo coincidir a Bach al mismo tiempo que se lee de “cabo a rabo a Proust y a Montaigne.”
La Adriana Zuber, que lo mantuvo hechizado, embriagado, traspasando su propia conciencia al mismo tiempo que “ mostraba un abandono sin reserva toda el alma de ella, toda la experiencia de su vida, todo su amor y todo su deseo y todo su desengaño, toda la soledad y el dolor...su capacidad de fervor, de alegría temeraria, de ternura y descaro sexual..” .Ahora, en un hoy que no entiende al principio, acercando su cuerpo a aquello.... Le murmura al oído, como en algún sueño:
Ayúdame - dijo-, ayúdame..
A qué quieres que te ayude.
Ayúdame a morir. No puede ayudarme nadie más que tú.
Era por eso por lo que había aceptado que él la visitara. No lo había hecho venir como a un amante perdido, sino como un cómplice posible. Es cruel, “pero la vi vieja en ese momento.”
La autora es presidenta de la Academia de Filosofía de Panamá.