DE LAS DESIGNACIONES MINISTERIALES
Por: Joao Quiróz Govea
El 16 de mayo de 2024, el Presidente de la República electo, José Raúl Mulino, presentó, parcialmente -faltan 3- a sus Ministros designados, cumpliendo con su mandato constitucional y además, ante la faz del país, resumiendo la hoja de vida de cada uno de sus escogidos.
Llama la atención una de las frases con las que inicia su comunicación: “la campaña ya acabó” dejando claro que sus designaciones en estos importantes cargos, no están necesariamente relacionados con una decisión “por compromiso” de quienes hayan caminado con él “buscando los votos”.
Al enterarme de las designaciones, recordé inmediatamente una entrevista publicada en el Diario La Prensa al ex Magistrado del Tribunal Electoral Guillermo Marquez Amado, que aunque se dedicó a criticar en toda la entrevista al hoy Presidente Electo, cuando se le preguntó ¿Quién era el mejor preparado para ser Presidente de la República? Contestó: José Raúl Mulino, también relacioné las designaciones con el llamado necesario a la conciliación nacional expresada por el propio Presidente Electo en su discurso de proclamación.
Considero que el señor José Raúl Mulino, en este mismo sentido, llama a quienes él considera que son los mejores preparados para realizar la ardua labor para tomar las mejores decisiones para el país desde el Consejo de Gabinete, sin importar banderas políticas, e inclusive sin importar que en el pasado hayan tenido diferencias políticas o personales con él, demostrando que su llamado a la conciliación y a trabajar con los mejores no solo quedará en palabras vacías, como lo han hecho en gobiernos anteriores en los que el amiguismo o la militancia partidista han sido el criterio de mérito para la designación, sin importar necesariamente su preparación académica y mucho menos sus ejecutorías laborales, profesionales y/o empresariales.
Al final, recordé además una frase que se le adjudica a Albert Einstein (aunque sinceramente, no puedo asegurarles que sea de él) que dice más o menos así: “Para obtener resultados diferentes, requieres de métodos diferentes”. El 5 de mayo hubo innegablemente una revolución en las urnas, la política ha cambiado, y así mismo, si queremos cambios estructurales de la política, debemos aceptar que los métodos políticos deben cambiar.