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OPINIÓN

Edmundo, ex presidentes amanuenses y visitas imprudentes

 

Por Jorge I. González

Abogado Panameño

 

La reciente visita del opositor venezolano Edmundo González a Panamá, declarado non grato por el movimiento popular panameño y con fines de hacer del país una plataforma político de potencial conspiración paramilitar y componendas injerencistas, es un hecho nefasto que merece el repudio de todos quienes somos partidarios de una geopolítica de carácter estratégico y de visión histórica que enaltezca a Panamá como un espacio multilateral e independiente.

 

La postura del gobierno de Mulino es completamente irresponsable, introduciendo a Panamá en una espiral de confrontación regional innecesaria a los intereses de nuestro pueblo, máxime en momentos en que el coloso del Norte saca nuevamente sus garras contra la soberanía e independencia del estado panameño, tras las amenazas del magnate Donald Trump a nuestra integridad nacional con discursos de invasión que atentan contra la autodeterminación de la nación panameña. El pueblo espera la solición de los problemas nacionales y deplora el aventurerismo externo ajeno a las necesidades sociales.  

 

Panamá, en su calidad de propietario del Canal, debe ser un territorio de paz y no de aventuras conspiradoras, ni de conciliábulos intervencionistas, cuando más bien debe ser un epicentro de apertura al diálogo de las partes beligerantes de cara a la solución de los problemas de la región y del mundo.  

 

Edmundo González llegó al territorio patrio acompañado de un grupo de ex presidentes completamente deslegitimados, desfasados, carentes de apoyo popular en sus países de origen, considerados corruptos y arcaicos a nivel continental. 

 

En el contexto de la intensa ofensiva política de agresión a Panamá por parte del próximo mandatario estadounidense, el alineamiento extremo del gobierno de Mulino con la ultraderecha filo gringa latinoamericana constituye una movida imprudente desde el punto de vista de la ciencia política y de la geoestrategia diplomática. Por más que los grupos anti nacionales se arrastren buscando el beneplácito del coloso no consiguen arrancarle a la ultraderecha republicana el respeto a su condición de gerentes locales de la hegemonía occidental.  

 

El régimen norteamericano no tiene amigos, tiene intereses. El fake protagonizado por el oficialismo criolllo haciéndole comparsa básica al señor Edmundo González, es una manifestación de miopía internacional sin parangón. Extrañamos aquella diplomacia independiente, no alineada, de Juan Antonio Tack, el ex canciller de la dignidad y maestro de la geopolítica.  

 

Repudiamos todo intento de convertir a nuestro país, Panamá, en base de intervención norteamericana contra nuestro pueblo y la soberanía de las naciones latinoamericanas. Las fuerzas del decoro y de la dignidad nacional sabrán imponerse y triunfar en el sentido de la historia y el advenimiento del mundo multilateral del siglo 21.