El Inicio de clases presenciales
Queridos alumnos, maestros y profesores: Mañana iniciarán un nuevo año académico, muy particular. Por eso hoy es importante reflexionar cómo es la educación y reconocer la urgencia de repensar los métodos, contenidos y alianzas educativas, en este regreso a la escuela. Hoy más que nunca necesitamos valorar los cimientos de la educación. La primera condición para educar es dar vida. Y la vida se da con el amor, con el ejemplo, con el acompañamiento y la cercanía. Es la tarea de papás, de maestros y de todos. Es cierto que debemos transmitir conocimientos, pero sobre todo debemos enseñar actitudes, valores y mirar el interior de los niños y de los jóvenes.
Somos conscientes que los dos últimos años vividos a nivel mundial han sido inéditos, dolorosos y muy difíciles. La educación panameña no se ha escapado de esa realidad, saltamos de la educación presencial a una educación virtual, en la que muchos niños, adolescentes y jóvenes a través de un celular trataron de seguir las clases a distancia, lo que no fue fácil, porque muchos de ellos no han tenido acceso a la tecnología debido a la zona remota donde viven. Por eso definitivamente que nuestro desafío más grande es lograr disminuir en todo lo posible el impacto nefasto de la pandemia en el sistema educativo y garantizar a todos los niños, adolecentes y jóvenes su derecho a la educación de calidad. Hay que buscar los mecanismos para la reinserción de aquellos que han quedado excluidos del sistema educativo.
Por otra parte, reconocemos la labor que hace el Gobierno para retornar a los niños, adolescentes y jóvenes al sistema educativo presencial, lo que es un desafío no solo para las autoridades sino para todos los que formamos parte de la comunidad educativa, debido a que todavía estamos viviendo en pandemia.
Por ello, todos debemos esforzarnos para que los retornos de nuestros estudiantes a las aulas sean seguras, en un entorno saludable manteniendo como máxima prioridad la educación de nuestros estudiantes.
Exhortamos a la comunidad educativa hacer un proceso gradual en donde los docentes conozcan más profundamente la realidad de cada uno de sus estudiantes, considerando que la pandemia ha tenido sus efectos en la salud mental de ellos, que no podemos ignorarlo, porque afectará el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Teniendo presente que todos hemos sido afectados por la pérdida de seres queridos a causa de la pandemia o por otra circunstancia; la perdida de trabajo de sus o la realidad de la disminución de los ingresos económicos debido a que algunos siguen trabajando media jornada es otro de los factores que inciden en el bienestar del alumnado. Todo esto afecta la vida de nuestros estudiantes. Tenemos una generación de estudiantes que tenemos la obligación de ayudar a salir adelante. Y ese va a ser tu gran reto como educador.
Estamos convencidos que con un equipo interdisciplinario el apoyo de psicólogos, orientadores, trabajadores sociales y docentes que son tan creativos, se podrá garantizar dentro del proceso de educación un crecimiento y desarrollo más favorable de los estudiantes. Utilicemos toda la creatividad, toda la pasión de la vocación del docente, para fortalecer la estima en los estudiantes en la medida que van desarrollando el currículo escolar.
Evidentemente que volver a ver al maestro, al padre de familia, al personal administrativo y al estudiante cara a cara nos traerá ese espacio que tanto necesitamos para volvernos a reencontrar, a fortalecer vínculos y relaciones, que han sido debilitadas por la pandemia.
Exhortamos a los docentes a seguir impulsando la sabia del aprendizaje y como dice el himno del educador: “Sigan esparciendo torrentes de luz” a los niños, adolescentes y jóvenes que se les confía en el aula de clases.
A los padres de familia, le invitamos a sumarse en la misión de la educación como personas que acompañan a sus hijos, ustedes tienen una responsabilidad muy grande, de ser los primeros educadores, para ello, deben cooperar con la escuela para fortalecer en el diálogo las mejores alternativas para solucionar las dificultades que tenga con sus hijos en el aprendizaje.
Y ustedes queridos estudiantes, pongan todo su empeño para llevar adelante este año educativo con mucho esfuerzo y decisión de conocer y aprender más cada día para el desarrollo de nuestra nación.
Queridos educadores, nunca se les olvide cada semilla puesta en el corazón del alumno germina, aunque no veamos los frutos. Enseñar en contextos adversos es como sembrar en terrenos pedregosos; hace falta preparar más el suelo para que la simiente llegue a encontrar tierra fértil, a veces oculta, pero Dios se encarga de dar fecundidad a tus esfuerzos.
Gracias por estar. Valoramos tu vocación y tu vida. Estás haciendo Patria resolviendo cada dificultad y volviendo a las aulas de clases. Queremos dar gracias a Dios por tu trabajo y acercarte palabras de aliento.
Queridos educadores, alumnos y padres de familia, el reto más trascendente no es concluir el ciclo escolar o agotar los programas de clases. Es más profundo: hay aprender de las circunstancias, trabajar juntos, aprovechar los recursos y valorar el privilegio de la vida.
Esforcémonos todos por cambiar nuestro sistema educativo que ya antes de la pandemia estaba en crisis, garanticemos el derecho a la educación de calidad y no dejemos a nadie atrás. Hagamos un esfuerzo en conjunto para hacer de este obstáculo una oportunidad para mejorar positivamente la educación de calidad para todos en Panamá.
Aprovechemos la experiencia de esta pandemia y reinventemos la educación, una educación digna del siglo XXI, que nos permita garantizar el acceso a un aprendizaje de calidad a toda la niñez, adolescencia y juventud. Feliz inicio de este año académico 2022.