Categories
OPINIÓN

LA BRÚJULA DEL BARCO DE LA NACIÓN, CON GRAVE DAÑOS.

Por Ramiro Guerra M.
Abogado, Escritor y  Cientista Político.

Cuando la crisis por los lados de la superestructura, es evidente, es signo de que andamos mal. Hay un agotamiento de todo el entramado institucional. ( justicia, partidogracia, excesivo centralismo en la gobernanza, asamblea con de falta de credibilidad, crisis ideológicas, etc...) 

Los partidos que son piezas importante de la democracia, han venido a menos. Más que palancar la misma, la obstruyen. 

En teoría política, concluimos que hay un desgaste y agotamiento grave del sistema político.

La situación, hoy es más   grave de lo que pensábamos. 
El tema de la base material de la sociedad. Enfrentamos un hoyo grande en las finanzas públicas. La estructura como se encuentra, se revela impotente para dar respuestas a los problemas de la población.( desempleos, inseguridad, temas de soberanía, jurisdicción, educación etc...)

Crisis de superestructura más crisis de estructura, no anuncia nada positivo.

Es un escenario complicado. 
La nación navega en mar picado con brújula dañada. No hay puerto seguro a donde llegar. De ese tamaño es la crisis.

Vamos más lejos, la coyuntura electoral, ha puesto al desnudo la real realidad ( valga la redundancia). Discursos al mejor estilo de los cantos de sirenas, que procuran ser seductores, pero lejos de acometer dada la crisis que nos agobia en el plano económico y financiero.

Lo he escrito, la situación es de tal gravedad, que un gobierno por sí sólo no podrá resolver. Nadie habla  de conjugar la diversidad social hacia un esfuerzo nacional, para enfrentar la realidad. Uno que otra candidatos se aproximan. Pero son insuficientes.

Los clanes del poder económico le preocupa la magnitud de la crisis. Pero actúan como si logrando enviar a la silla presidencial, a uno de los suyos se resuelve la situación. No es así, tenderá a agravar más la crisis.

Estamos frente al peligro de la aparición de una especie de Leviatán. 

Lo escribo y reitero, el camino es uno, un acuerdo nacional, que de forma a una democracia de participación y gestión ciudadana y un estado, que procure un sentido de equilibrio y equidad. No hay de otra. Lo contrario, vendrán tormentas sociales. 

DIOS BENDIGA  A LA PATRIA