Categories
OPINIÓN

LA ESTAFA, EL DELITO POST-PANDEMIA.

Por: Leonel Iván Contreras Vega

El autor es Profesor de Inglés con más de 20 años de experiencia y Abogado Penalista.

El 2022, fue un año en donde las estafas era el pan nuestro de cada día de hecho, las estafas en donde se utilizaba las redes sociales, contratos, mensajes y llamadas telefónicas eran muy común por lo que provocó gran exaltación en los panameños por la frecuencia con que se cometía este delito. Este acto delictivo no desaparecerá en el 2023, por el contrario, considero que este aumentara ya que después de la pandemia el panameño ha tomado por hábito realizar muchas transacciones por medios electrónicos y este es un campo muy fértil para cometer estafas.

De igual manera, los contratos son utilizados con mucha frecuencia como un instrumento para cometer estafas. Por lo antes anotado, considero oportuno hacer una breve introducción de este tipo penal a fin de hacer docencia y que, en caso de enfrentar un delito como este, usted pueda acudir antes las autoridades competentes en tiempo oportuno. La estafa está tipificada en el Libro II, Título VI, Capítulo III, del Código Penal y la misma se puede definir como una defraudación patrimonial, pero, no toda defraudación es una estafa ya que es necesario que exista artificios, artimañas, maquinación o encubrimiento de la verdad para que se considere un delito. Tal vez, usted se preguntará, ¿Cómo puedo evitar que me estafen?... Permítame decirle que, este delito, es muy difícil de detectar y probablemente se dará cuenta en el momento en que ha perdido su patrimonio, no obstante, es importante que usted reconozca los elementos que constituyen el mismo.

Como primer elemento, es importante que usted reconozca el engaño ya que este delito se fundamenta precisamente en el artificio, maquinación, artimaña que utiliza el delincuente para engañarlo y procurar quedarse con sus bienes. En otras palabras, el delincuente o sujeto activo lo lleva a usted al convencimiento por medio de un proceso intelectual cuyo propósito es inducirlo a un error a causa de dicho engaño. Así las cosas, el error sería el segundo elemento el cual surge del engaño, y aquí, lo llevan a creer como cierta una situación que es falsa.

En otros términos, «el error es un conocimiento viciado de la realidad o una falsa representación de la misma» (Flores Alarcón, Sugey Magali. El delito de estafa en los márgenes del incumplimiento contractual. Pág. 46) que provoca el delincuente en su psiquis con el propósito de obtener un provecho ilícito. El provecho ilícito es el tercer elemento que debemos considerar y lo podemos explicar como «cualquier satisfacción o beneficio material o espiritual, objeto de valoración económica» (Guerra de Villalaz, Aura E. Derecho Penal Parte Especial. Pág. 114) que obtiene el sujeto activo o delincuente de sus bienes o patrimonio.

Dicho de otra manera, el objeto material del delito o, mejor dicho, su patrimonio o bienes, ingresan de forma efectiva a la esfera de custodia del delincuente, provocándole a usted, un perjuicio patrimonial. El cuarto elemento es el perjuicio patrimonial el cual consiste en la afectación económica que sufre usted al momento de ser estafado, o sea, es la disminución cuantitativa de su patrimonio el cual provoca un enriquecimiento injusto del sujeto activo o estafador.

No podemos soslayar que, estos elementos deben vincularse uno a otro mediante una relación de causalidad, es decir, el estafador al quebrantar su buena fe con ardid, argucias o maquinación, abre el camino al engaño y lo conduce al error hasta obtener un lucro indebido de su patrimonio. Finalmente, quiero destacar que el elemento «engaño» debe ser idóneo y suficiente esto es, «una causa adecuada para producir error en la persona de la víctima» (Flores Alarcón, Sugey Magali. El delito de estafa en los márgenes del incumplimiento contractual. Pág. 37). Dicho de otra forma, el engaño va a estar acompañado de datos objetivos que le harán creer a usted algo que no corresponde a la realidad.

Estimado lector, si alguna vez es estafado, no se sienta incómodo con usted mismo, recuerde que estas personas son muy hábiles, por el contrario, acuda a las autoridades correspondientes.

Dios bendiga a Panamá.