NOMBRAMIENTO DE UN DIRECTOR DE LA CAJA SEGURO SOCIAL, QUE DIFICULTA ESPACIOS PARA CONSENSUAR SOLUCIONES A LA CRISIS DEL PROGRAMA IVM .
Por Ramiro Guerra M.
Jurista, escritor y cientista político.
La primera vez que escuché al abogado José Raul Mulino, en torno a la imperiosa necesidad de fraguar un gobierno de unidad nacional, me pareció acertado, por la sencilla razón, que no se puede salir adelante en un país , estando sumergido en una grave crisis.
Un gobierno nacional, parte del concurso y participación de todos los actores de la sociedad, para abordar temas de gran trascendencia como lo es el de la Caja de seguro social.
En consecuencia, no me pareció acertado, nombrar como director de esa institución, a un profesional, que se comprometido y alineado con posiciones radicales y que han apuntado hacia la privatizacion del seguro social, medidas parametricas e inclusive ha abanicado rebaja de las pensiones.
¿ como montar un escenario de diálogo hacia consenso en esta materia?, cuando el director escogido, revela grados de intransigencia, en el sentido, que él pone toda su canasta de huevo, en los enfoques privatizadores.
Soy sincero, no veo esos espacios para consensuar, sobre todo cuando el sector privado, igual sugiere reformas drásticas, que están dirigidas a golpear duramente a los asegurados.
A pesar de lo anteriór, nada es imposible, pero solo a cambio de que el gobierno, el presidente entiendan, que el tema del seguro social, tiene rango de estado.
Un diálogo, que no le de el protagonismo a los sectores laborales del país, para proponer soluciones a la problemática del seguro, estará condenado al fracaso o a situaciones de choque y fuerzas. Lo anterior pudiera ser catástrofico para la nación.
La problemática del seguro social, tiene que ser abordada desde la perspectiva de una gobernanza democrática. Lo contrario sería imposición y con consecuencias no deseable para construir escenarios de equilibrio.
El gobierno comete un error, cuando se reitera, que es y responde a la empresa privada. El corporativismo de estado, no se traduce en democracia .
Por lo anterior, lo ideal hubiese sido, la designación de un director mediador y que construya consensos. No lo veo. Quisiera equivocarme, pero la realidad da cuenta de un escenario insuficiente de democracia para abordar la situación de la caja de seguro social
Bien lo acotaba un conocido periodista, cuando dice, que administrar una compañia de seguro privado, no lo hace idoneo para administrar temas de seguridad social. A la primera la mueve el lucro y la ganancia. A la segunda , lo humano y la solidaridad.
Soy del criterio, que cualesquiera que sea la propuesta que tenga el gobierno, tendrá que ser abierta y sometida al conocimiento del pueblo. Es decir al trámite de la democracia deliberativa