QUE PARA LA HISTORIA QUEDE:
PETRO Y SU MÓRBIDO AMOR POR PANAMÁ.
Por: Silvio Guerra Morales.
No lo dijo cualquier ciudadano de Colombia. Lo dijo el Presidente de esa nación amiga: Gustavo Petro. Veamos, a renglón seguido, lo que dijo y lo que, quien suscribe, por dignidad nacional, también le dijo.
Capitulo I: Gustavo Petro: “Así fue con Panamá, o se nos olvidó la historia?. La indolencia con la que se trabajó desde el mundo político y gubernamental, el perder una de las zonas más ricas de Colombia y lo sabemos, mientras nosotros los colombianos, en aquella época, nos matábamos entre sí, entre liberales y conservadores en las montañas andinas, perdíamos el Canal de Panamá, perdíamos Panamá, perdíamos nuestra presencia en Centroamérica, perdíamos el territorio que nos comunicaba desde el centro del mundo con los dos océanos más grandes y con los dos grandes centros del poder económico y político mundial de hoy”.
Capítulo 2: Gustavo Petro: Quiere recuperar los cuerpos de revolucionarios liberales y trabajadores colombianos que murieron durante a construcción del Canal de Panamá. Por eso piensa visitar Bocas del Toro y lo dijo de este modo: “Este próximo fin de semana iré a un sitio que era de Colombia y que pedimos. Perdimos por la indignidad de quienes gobernaban en ese entonces. Un sitio que se llama Bocas del Toro, un lugar que era colombiano y que hora es de Panamá”. Prosigue: “Allí habían intelectuales, pensadores, soldados , guerreros,; allí habían personas que quizás hubieran podido construir un mejor país o una mejor América”.
Capítulo: Doctor Silvio Guerra responde a Petro: Señores conciudadanos todos, los panameños que hemos estado enterados de lo que dijo el Presidente Gustavo Petro, de la hermana República de Colombia, estamos consternados. El señor Gustavo Petro dijo que Colombia lamentaba haber perdido a Panamá.
Primero que todo, señor Gustavo Petro, todo buen Presidente, se hace de buenos asesores. En el caso específico. Usted debió consultar a sus grandes historiadores, que de seguro los hay, sin duda alguna, como también grandes historiadores tenemos aquí en Panamá.
Señor Presidente Gustavo Petro: Qué error histórico, pero sobre todo qué error de perspectiva política ha cometido Usted al decir que “Colombia lamentaba haber perdido a Panamá”.
Si nos ubicamos en el 28 de Noviembre de 1821, cuando nos independizamos del Reino de España, Señor Presidente Petro, resulta ser que, voluntariamente, nos unimos a la Gran Colombia, y estaban en los aires, estaban sonando, tronando, las ideas de Simón Bolívar, la Unión
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de Hispanoamérica, el bolivarianismo por excelencia. De manera que, esta unión voluntaria, no tuvo nada que ver con la renuncia del concepto jurídico del Estado, ni el concepto sociológico de nación, ni del concepto igualmente sociológico de nacionalidad.
Peca Usted, señor Petro, al decir que perdieron a Panamá. Panamá siempre tuvo, escúchese bien, su oxígeno de país independiente, de Estado, qué mayor ejemplo que la obra de el Estado Federal, de Don Justo Arosemena de 1855. Qué mayor ejemplo que, en 1841, teníamos el Istmo de Panamá integrado por las provincias de Panamá, Chiriquí, Azuero y Veraguas, y que, más adelante, aparecen las otras provincias. Pero quiero decirle algo, prueba de lo que estoy diciendo, que éramos un Estado, que aunque anexo por conveniencia de tutelaje político a Colombia, éramos realmente soberanos e independientes.
Escúchese bien, Señor Presidente Gustavo Petro, las constituciones que tuvimos en Panamá, como Estado Federal: Provincia de Azuero 1853,1854; de la Provincia de Chiriquí de 1853; de la Provincia de Panamá de 1853; de la Provincia de Veraguas de1853;1854, y la Constitución del Estado Federal de Panamá (1855), reitero, señor Petro, qué le indican todas estas constituciones?. Sencillo, que los aires de verdadero sentido nacional, de Estado, y que en Panamá, ese sentido de Patria, siempre ha estado presente en este país, que aunque pequeño, con 4 millones de habitantes, somos grandes en el contexto de naciones. También, bajo la egida de la Constitucion de Río Negro de 1863, los panameños siempre resaltamos la nota hidalga de nuestro patriotismo adoptando constituciones federales que cito: Constitución del Estado Soberano de Panamá (1863); Constitución del Estado Soberano de Panamá (1865); Constitución del Estado Soberano de Panamá (1868); Constitución del Estado Soberano de Panamá (1870); Constitución del Estado Soberano de Panamá (1873) y la Constitución del Estado Soberano de Panamá (1875).
De allí la famosa frase bolivarista que consagra a Panamá como: “Puente del Mundo, Corazón del Universo”. (Cfr. MALOUL ZEBEDE, Saúl. La Constitución y su Historia. El Panamá América. Artículo de Opinión. Octubre 24 de 2017. “El separarse Panamá de España y unirse a la Colombia bolivariana, acababa de promulgarse en aquel país la Constitución de Cúcuta, de 6 de octubre de 1821. Esta fue la primera constitución republicana que rigió en Panamá. En su Título VIII, y bajo el intrascendente nombre de “Disposiciones Generales”, contenía dicha Constitución los derechos fundamentales entonces conocidos, o sea, las garantías penales y las clásicas libertades de palabra, de petición y de inviolabilidad de la propiedad y del domicilio. No consagraba, sin embargo, dicho capítulo la libertad religiosa, ni la de reunión, ni la de asociación. Las constituciones colombianas que se sucedieron, y que
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rigieron en el Istmo, a saber, las de 1830 y 1832 siguieron el mismo patrón que la Constitución de 1821, conteniendo más o menos los mismos derechos. Igual sucedió con la Constitución de 1840, sólo que para entonces Panamá se había separado de Colombia y ya para 1841 habia promulgado una Constitución que seguía el modelo de la Constitución Granadina de 1832.
La siguiente Constitución colombiana, o sea, la de la llamada Confederación Granadina, promulgada en 1858, consagró por primera vez en el constitucionalismo colombiano todos los derechos individuales clásicos. Esta Constitución reconoce el derecho a la libertad religiosa, a las libertades de expresión, reunión, asociación, etc., de manera amplia e irrestricta. A dicha Constitución siguió la célebre Constitución de los Estados Unidos de Colombia, promulgada en 1863 en Río Negro. Bajo el título de “Garantía de los derechos individuales” estableció tales derechos en forma más amplia aún que la Constitución de 1858.
Como es sabido, la Constitución de Río Negro estableció el Sistema Federal. Panamá pasó, así, a ser Estado federado. En tal carácter, y en desarrollo de la citada Constitución Federal, expidió y tuvo seis Constituciones, correspondientes respectivamente, a los años de 1863, 1865, 1868, 1870, 1873 y 1875. Finalmente, la Constitución de 1886, bajo el régimen de la Regeneración de Núñez, reinstituyó el centralismo en Colombia y acabó con el Estado Federal del Istmo. Colombia pasó a ser un país cerradamente unitario y Panamá una provincia del mismo).
Nosotros, Señor Presidente Gustavo Petro, tenemos esta bandera y siempre nos ha identificado, con el sentir de lo nuestro, no hemos sido nunca, no somos, ni seremos jamás, como dijo el General Omar Torrijos H., colonia ni protectorado, ni nunca hemos añadido, ni añadiremos, jamás, ninguna estrella más a la bandera de ninguna otra nación”.
Postdata: Petro podría inspirar, con sus arengas discursivas, a Pedro Sánchez, de España, a fin de que también venga a desenterrar a sus muertos; a Macron, de Francia, para que haga lo mismo; al Rey de Inglaterra para que bucee los suyos en nuestros mares; y así, sucesivamente. También a todas aquellas naciones, de cuyos territorios emigraron ciudadanos a nuestras tierras, para trabajar en la construcción del Canal de Panamá: Martinica, Barbados, Guadalupe, Trinidad, Chinos, Italianos, Indostanos, Estadounidenses, etc. Creo que Petro, respetuosamente, deliraba con sus discursos. Finalmente, voceros de la Presidencia de Colombia, informaron a medios periodísticos nacionales de Panamá, mediante nota de Prensa, que Petro había desistido de su viaje a Bocas del Toro. ¡Dios bendiga a la Patria!.