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OPINIÓN

Se acerca la hora. 

Lic. Abel Vergara López - Abogado.

Ciudad de Panamá, domingo 14 de abril de 2024.

Con la decisión que emita la Corte Suprema de Justicia, sobre el recurso interpuesto en contra de la postulación de un candidato a presidente sin suplente, emitida por el Tribunal Electoral, debido a la inhabilitación del candidato principal que fue condenado por delito común, hoy refugiado y aún sin asilo en una sede diplomática, queda el panorama despejado para los demás aspirantes, en razón que según estas encuestas, los candidatos del segundo al cuarto lugar, estarían en un supuesto empate por la intención de voto y que para que pudiese alguno obtener el triunfo y llegar a la silla presidencial, tendría que declinar o unirse a otro de los aspirantes. El otorgar el voto a quienes ya han ocupado un cargo público, no representa garantía de experiencia, justamente por haber uno, pertenecido al gobierno que trajo a la tristemente célebre Constructora Odebrecht a Panamá y otro, por haber sido parte de los negociadores del contrato minero, declarado inconstitucional por violar unos 25 artículos de nuestra Constitución Política.

Este panorama muy similar al ocurrido en 2014, cuando el candidato (oficialista) que marcaba favorito en las encuestas y que tampoco acudía a los debates, fue desplazado por otro candidato (opositor), que estaba supuestamente en el tercer lugar y que no lograría el triunfo, si fuese por estas encuestas. Es por eso que vemos como tras el escándalo de los llamados auxilios económicos a todos los allegados al “buen gobierno” y con la complicidad de las autoridades como la Contraloría, se apoderan de los fondos públicos que podrían beneficiar a quienes realmente necesitan estos recursos, porque saben que no regresaran al poder, hasta que olvidemos nuevamente su trayectoria política, de la que uno de sus propios miembros califico como el “oscuro pasado”.  

La próxima Asamblea de Diputados tiene el deber y la oportunidad de escoger al próximo Contralor de la República y sólo podrá realmente ejercer eficazmente su labor, si al Órgano Legislativo, llegan las personas que sean escogidas con nuestro voto, el próximo domingo cinco de mayo de 2024. Tenemos una gran responsabilidad al definir el futuro en los próximos 5 años: O bien, seguimos como vamos, con el despilfarro de fondos públicos y la pérdida de inversión con las calificadoras de riesgo, en la que no habrá dinero o “chen chen” como nos intentan hacer creer algunos candidatos; o bien, por el contrario, adecentamos el gobierno con nuevas autoridades y nos convertimos en el país que desea realmente la mayoría olvidada de nuestro país. “O ellos, o nosotros” indica un aspirante presidencial, cuya candidatura apoya también a los aspirantes por libre postulación, conocidos también como independientes. Nada cambiará, si seguimos eligiendo a los mismos de siempre, quienes creen que, con bolsas de alimentos, materiales de construcción, una gorra y un suéter, acabaran nuestros problemas. Al reelegirlos, solo acaban sus problemas, pero no los tuyos.

Lo que hoy vivimos, es producto precisamente de votar en contra y no a favor de alguien, como ocurre cada cinco años en la elección presidencial. Creemos que resolvemos el problema al votar por quien promete prosperidad y la solución a todos los problemas ya conocidos que son los mismos, no de hace cinco años, sino desde hace mucho tiempo.                

Ya falta muy poco para conocer quien tendrá la desafiante labor de servir por cinco años al país y nos toca a todos los votantes, elegir a las autoridades que puedan realmente cumplir esa labor en la presidencia, la Asamblea de Diputados, las alcaldías y las juntas comunales, sede de los representantes de corregimiento. El próximo domingo 5 de mayo ya casi llega y como indica la televisora, es tu voto, tu decisión: ¡Hagamos que triunfe Panamá!