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OPINIÓN

 UNA DÉCADA, MÁS QUE PERDIDA

Por: Dra. Edilia Camargo
 

A medio camino América Latina y el Caribe, avanza hacia un 2030 incierto. El Sexto Informe sobre el progreso y los desafíos regionales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en la región, lanza varios gritos de alarma. Este documento fue puesto a  disposición de los participantes del Foro de revisión que tuvo lugar en Santiago de Chile del 25 al 28 de este abril de 2023.

Fue también la ocasión para activar el mecanismo de participación de la Sociedad Civil de América Latina y el Caribe para el Desarrollo Sostenible- MeSCALC.  Mesas de Coordinación a nivel regional.

Crisis del desarrollo en cascada.

Son globales y por tanto afectan a todos los países.  Climáticas, biodiversidad, salud, empleo, educación, seguridad alimenticia, costo de la vida. Agrego sistemas de jubilaciones y pensiones, identitarias y fundacionales de Estados necesitados de reconstrucciones jurídicas en democracias pobres y caricaturales. Tal el caso de la democracia en Panamá.   No usaría el término democracia “minimalista” = voto, por ocultar su pobre manejo.  En la encrucijada transversal e intersectorial que conlleva una definición de democracia impuesta por leyes o reformas constitucionales, se impone evaluar primero, la muerte de dicho documento.  ¿Mueren las constituciones? Efectiva o en vías de serlo, justamente, por minimalismos que apuntan a la pobre y estrecha concepción de los derechos humanos, no elevados al rango  constitucional.

 

En la trampa del bajo crecimiento, reina un bajo o nulo perfil de la democracia.  

 

La crisis latinoamericana de la deuda de comienzos de la década de 1980, llamada “década perdida”, que se prolongó hasta 1989, hizo que la región no lograra retomar la dinámica de crecimiento anterior. En nuestro caso, nos hundimos en pleitos internos post dictadura... “cacería de brujas".  Alianzas partidistas.  Desconexión total con el poder que emana del pueblo... No salimos de ese túnel.

El llamado “superciclo de las materias primas” entre 2003 y 2011, marca un crecimiento regional de casi 5% anual.  Sin embargo, a partir del final de 2011, comenzó la desaceleración, con tasas cada vez menores de crecimiento. 

La pandemia produjo la peor contracción anual en los últimos 100 años (- 6.8%) dejando secuelas profundas que revirtieron avances en objetivos sociales claves, como los referentes al empleo, - prefiero el término trabajo - la pobreza y la desigualdad a causa de la destrucción de capacidades productivas y humanas, que afectaron en mayor proporción a las mujeres ( agrego a las de mayor rango de edad) reforzando las desigualdades de género, además de los problemas estructurales de larga data en la región.

Los dos años de pandemia se suman a desafíos a causa de las fuertes presiones inflacionarias, los altos niveles de la deuda soberana que dejó la crisis sanitaria. El conflicto en Ucrania y sus efectos.

¿Cómo medir, en Panamá, a cuanto se eleva el “monto” de esa destrucción de capacidades productivas, no solo empleos ?  ¿Destrucción de capacidades humanas y desamor por el trabajo, causado por la pandemia, más las otras crisis?

Al escuchar la intervención del delegado panameño, cabe preguntarnos ¿ cómo el proyecto faro “Colmena” que se abanica modelo de “alianzas” para el desarrollo (Objetivo 17 ) es capaz de darnos hoy respuestas o al menos posicionamientos correctos de tales destrucciones, sumadas a un pobre manejo de nuestra democracia?

La década terminada en 2023 será la de menor crecimiento (0,8% en promedio) desde al menos 1950, por lo que la CEPAL ha calificado este período como una década más perdida que la “década perdida “en 1980.

 

La inversión en América latina se transformó en “limitante estructural del desarrollo”.

 

2 contracciones concurren al mismo tiempo en la región.  La del PIB  “arruinando” la inversión tanto pública como del sector privado.  “Un bajo dinamismo muestra el más bajo coeficiente con respecto al PIB de la región.  Es el más bajo del mundo y permanece estancado en un nivel cercano al 19% del PIB en las últimas tres décadas.”  Cuando se pide a gritos “reactivación de la economía” observemos muy bien las cifras aportadas para “la formación bruta de capital fijo del gobierno general, 2019 por economías cercanas a la nuestra: “países emergentes en desarrollo en Europa 2.9; África Subsahariana, 3.3; economías avanzadas 3,5; Oriente medio y Asia Central, 5.7 ;  economías emergentes en desarrollo de Asia, 11.7... América Latina y el Caribe en el último lugar 2,8..”

 

 El documento hablará de “coordinaciones” necesarias para el mejor aprovechamiento de las herramientas disponibles. No se posiciona  con el debido rigor a los derechos humanos, como LA herramienta de herramientas..

Panamá se comprometió con la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos. ¿Cómo es posible que se baje a medio camino, antes de llegar a la meta? Una sola pista para muestra.   Se busca construir  “nuevas ciudadanías “participativas. No se molestan en mostrar evidencias de la existencia de nuevas  “clases ” : el obrero capitalista vs el sindicalista…. Nuevas mujeres y hombres.   Nuevos viejos y jóvenes. No somos los mismos.. diez, ni veinte años atrás. ¿Qué dejamos, unos y otros atrás en el camino?  ..Y ¿por qué ? 

 Por otro lado, la reactivación de la economía es un impulso mancomunado y compartido entre muchas fuerzas.  Poblacionales, ecológicas, económicas, materiales, financieras, laborales.  Intelectuales, filosóficas, espirituales, místicas y culturales.

 Alguien  tiene que, convocarlas, para que concurran en el   “AQUÍ ESTOY”.  de una orquesta sinfónica …en la calle… Los diversos instrumentos se afinarán al vibrar un “la” , generalmente dado por el primer violín. 

 

Se mira a Uruguay, PIB 2.0 y a Costa Rica, 2.7 como punteros del pelotón de ricas democracias participativas.   Yo pediría mirar a Xiomara Castro, presidenta de Honduras, dando ese “la” de convocatoria a una refundación del Estado hondureño, - 3.0 tasa de crecimiento del PIB para 2023 frente a Panamá, 4.6 - que pasa por una implementación rigurosa de un Pacto global, tal la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible vía superación de  insostenibles democracias representativas en  Estados negacionistas de derechos humanos

…...Para que nadie..nadie…nadie se quede atrás….

 

La autora es Presidenta de la Academia de Filosofía de Panamá