*UNA MUJER TODO TERRENO.*
*Por: Aquilino Ortega Luna.*
Nota: (Le dedico este escrito a todas las mujeres en el Día Internacional de la Mujer, hoy martes 8 de marzo).
Una mujer todo terreno, es aquella que hace varias cosas a la vez sin experimentar cansancio ni desánimo.
La que se expone y se entrega al máximo en cada actividad, ya sea conquistar el universo o colocar un botón en una vieja camisa!
Una mujer todo terreno es la que puede amar, cuidar bebés, hacer múltiples tareas dentro y fuera de la casa con la pericia de un trapecista.
La misma que al final de la noche dedica largos tiempos a la oración con la mayor intensidad, sin declarar un solo instante, estoy cansada.
Una mujer todo terreno es la que realiza un millar de actividades profesionales, predica la Palabra, visita el supermercado y compara precios y llora por sentirse amada por Dios.
La que una fiebre no la imposibilita para realizar un millón de oficios en el hogar y para repartir toneladas de amor a sus seres queridos y aún entre los que no la quieren
Una mujer todo terreno es la que tiene una palabra de aliento para los que han perdido la esperanza, aunque ella misma haya perdido la capacidad de soñar. La que duerme pocas horas para cuidar el sueño de sus hijos!
Una mujer todo terreno es aquella que ha sido llamada a la grandeza haciendo cosas pequeñas como cuidar un jardín y regar una flor.
La que vive para Dios y la que a pesar de ser una hija del “Rey de Reyes y Señor de Señores” camina por la vida amparada en la grandeza de la humildad.
Una mujer todo terreno es aquella que deja que fluya el Espíritu Santo en todas sus acciones, la que tiene el corazón repleto del amor de Dios y cuyas acciones, pensamientos, palabras y acciones descansan en la voluntad de Dios.
Una mujer todo terreno, es una mujer especial. Una mujer que no fue creada en serie, que es única en su especie...
Una que tiene tiempo y espacio para criar hijos en la obediencia divina, para atender a su esposo, si está casada y la que tiene suficiente entereza aún en la soltería para enfrentar las tormentas de la vida sin desmoronarse.
Una mujer todo terreno es la que fundamenta su existencia en la integridad. Es aquella mujer que es confiable y pura por sobre todas las cosas, que es honesta en todos su caminos no importa las circunstancias y el lugar donde se encuentre.
Una mujer todo terreno es una mujer transparente, de una sola pieza, sin máscaras, cuyo éxito se fundamenta en su intimidad con Dios, la que perdona, la que glorifica el nombre del que todo lo puede, con su vida.
Una mujer todo terreno es la que entiende que la vida es realmente bella cuando se tiene a Dios en el corazón, aunque el mundo parezca caerse a pedazos.
Es aquella mujer que vive la vida a plenitud, con sus puntos altos y bajos, con sus amores y desamores.
La que vuela al caminar, la que sueña despierta, la que descubre el amor de Dios en cada espacio del camino.
Una mujer todo terreno es la que renuncia a sus deseos para hacer la infinita voluntad de Dios, la que en medio de sus imposibilidades acepta que su mayor fuerza estriba en sus debilidades depositadas en las manos de Dios.
Una mujer todo terreno, es aquella que sin tener una silueta escultural, proyecta su belleza interna y externa con cada una de sus acciones y palabras.
Es aquella que reconoce que su mayor belleza radica en el corazón, no en lo físico.
Es la que sonríe con el alma cuando todos lloran, la que abraza la vida con optimismo y se entrega a todo lo que ama con la confianza de un niño y la pasión de un enamorado de la vida!
Una mujer todo terreno, es grande e interminable, una eterna bendición. Una mujer todo terreno, esa eres tú, la que lee este escrito!
Dios te bendiga,
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