YA NO MAS EXiGENCIAS DE VACUNAS, NI CODIGO QR.
Por: Silvio Guerra Moraales.
Recientemente, el Dr. Luis Francisco Sucre, Ministro de Salud de Panamá, anunció al país que “ya no se exigirá más el Código Qr, que se va a dejar de solicitar, que “se le pondrá fecha de eliminación a este código y que ya no va a ser obligatorio la solicitud de las vacunas ya que la población panameña, en su mayoría, está debidamente vacunada y que hay más de un 80% que está inmunizada y que cada quien sabe cuándo debe usar su mascarilla y cuándo no y que los panameños ya han aprendido a cuidarse”. Y que por eso, poco a poco, “se irán eliminando las restricciones en el país”.
Bueno, varias cosas: Respecto al mito de que más del 80m % de la poblacion panameña está inmunizada. Esto es una gran falsedad. Inmunizada de qué?. Hasta con cuatro dosis de las “vacunas”, la poblacion seguía y aún sigue contagiándose del covid/19. La vacunas resultaron ser el gran fraude del siglo. Para las Big Pharma el Big deal –Gran negocio- que tal vez, nunca antes ni después, volverán a tener. Salvo que el nuevo orden mundial, los globalistas y su deprimente agenda 20/30, nos vuelvan a amedrentar con una nueva pandemia y que la dosis de pánico y de terror que inoculen en la población sea de tal magnitud y que por arte de birli birloue, aparezza nuevamente la gran cura o la vacuna que acabe con todos los males y la población amedrentada, obedientemente, “exija” ser vacunada, tal y como ocurrió, al principio, cuando llegaron al país estas mal llamadas vacunas, que no pocos ciudadanos se peleaban por ser ellos los primeros en “vacunarse”. No lo olvidemos. Prohibido olvidar!
Los gobiernos, en su mayoría, no supieron defender sus soberanías sino que sucumbieron. Pero no corrieron igual suerte aquellos gobiernos que si la defendieron, pues se pararon en firme, se caracterizaron y expresaron que las políticas de salud y las sanitarias de sus estados las establecían ellos, como soberanos, y no organismos internacionales. Estos países, o nada padecieron o mínimo fue el impacto; nada o poco se vieron afectados y la poblacion ni enfermó ni murió, y la economia tampoco sucumbió.
A diferencia de los gobiernos borregos que, sumisamente, aceptaban las directrices de la OMS cual sentencia de una suprema corte y, complacientemente, con los organismos regionales, se sometían a todas las directrices, no blandiendo, en ningún momento, argumento encaminado a la defensa de nuestra soberanía y dignidad nacional.
Nuestros gobiernos, en complacencia con estas Big Pharma, entregaron los dineros del erario público –En el caso panameño se ha dicho que Panamá pidió empréstitos internacionales por mas de 11 mil millones de dólares, durante dos años de plandemia, para hacerle frende al covid/19-, supuestamente, “comprando vida y salud” para la población.
Pero, qué desafortunado ha sido el hecho de que, hasta el día de hoy, nadie, absolutamente nadie en Panamá, conoce los contenidos de esos contratos filibusteros y malamañosos, que contradicen la lógica y la racionalidad del Derecho, y, por lo demás, inmorales, ya que eso de prohibir la divulgación o que sean conocidos por la población sus contenidos, sus cláusulas, es algo que pugna, contradice, a nuestro Estado de Derecho, a nuestra soberanía, dignidad e inteligencia.
De modo tal que, no hay ninguna inmunidad en la mayor parte de la población panameña, no es cierta esa afirmación. Lo que no se ha dicho, lo que me parece irresponsable, es que nadie, en lo absoluto, debió morir por el covid/19. La tembladera, el miedo, el pánico al que indujeron a la población, película de terror por cierto, tanto en Panamá como en el resto del mundo, con salvadas excepciones, más la incapacidad médica demostrada por las autoridades de salud para tratar esos resfriados y malestares colaterales causados por el covid/19, son las que dan cuenta de esta irresponsabilidad suprema y ello por cuanto que nunca supieron adoptar criterios, medidas y procedimientos propios, amen de medicamentos viables y seguros, que pudieran haberle sido suministrados a los pacientes, por lo que todo ello, desde luego, encausó, por descuido y negligencia médica, la muerte de gran parte de los pacientes que padecieron del covid/19. Fueron excepcionales los profesionales de la medicina, en Panamá, que con buen tino científico y ascendrado sentido comun, decidieron u optaron por aplicar los conocimientos básicos y elementales de la medicina, auténticos ángeles guardianes enviados por Dios, que salvaron miles y miles de pacientes del covid/19, y que , hasta el dia de hoy, aún no se les hace reconocimiento alguno ni se les confiere honra o mencion honorífica, aunque seguro estoy que nunca los movio tal interés sino el servicio al semajente y el amor a la humanidad. ¡Dios bendiga a la Patria!.